Tiré una cadena al mar
desde el ahora inmóvil
de la conciencia,
desde el vacío
de la aparente soledad;
quietud del alma
en el misterio insondable
de cualquier mirada;
paciente luz marina
llevándola a la negrura
de su fondo cambiante
en el alma del soñador.
Un soplo de ternura
hijo de cualquier nana
escrita con un nombre
asido al anclado ayer,
orilla infinita y lejana
de mi mar pequeño,
cuna de recuerdo vivo
concebido en la belleza
dejada como estela
de la atenta gaviota.
Atraviesa la mirada
el reflejo hundido,
cortando el mar en mil colores
en el juguetón zigzagueo
de luces moribundas
que escapan a otra vida
escrita de penumbras…
¿quién sabe, en su último viaje,
si también de certezas?
Jpellicer
De dudas y certezas©
2310135582615
Me imagino la cadena del ancla avanzando sin tocar un punto firme y en su trasegar, moviendo recuerdos, imágenes casi borradas por el tiempo y el surgir variados colores mutándose con la tenue luz. En medio del reposo y la soledad surgiendo bellos versos
Muchas gracias Clara Patricia por ese comentario que es si mismo un poema vestido de serenidad. Un abrazo
Han pasado muchos años, muchos, siempre sintiendo esa amistad genuina y verdadera, aunque nunca presencial, pues ese mar que nos separa se hace difícil cruzar, pero ese mismo mar se encargó de unirnos en palabras, en letras y en mutuo cariño, agradezco siempre poder haberte conocido y poder seguir disfrutando de tus letras que llegan al alma, gracias Juan, y ya sabes, besos y sonrisas que viajan a través de tu mar y el mío, dejándolas en el puerto de nuestros corazones amigos.
Asi es como dices mi estimada Aline, tantos años compartiendo momentos de vida con su carga de alegría y tristezas. Y aquí seguimos, en las mismas orillas y con la misma ilusión, sintiéndonos unidos por la emoción de compartir letras e ilusiones. Un abrazo fuerte desde esta que algún día quizá pisaremos juntos.