Miro el aire
inventando las mañanas
venideras;
miro sin entender
la verdad escondida tras su magia,
la noche y el día fundidos,
el hoy y el ayer
siendo el mismo presente.
Esa límpida quietud
vestida de aire puro,
engalanada de toda inocencia,
ofrenda de dioses
a los silencios
hijos de tantas tristezas.
Miro el aire
oteando horizontes
dibujados por manos
sabias del color
del que nacimos
cuando otros lo acariciaban;
perdido en tus brisas
vago errante,
hermano de las hojas,
envuelto en el perfume
de los azahares
que en tu silencio regalas.
©Jpellicer
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«Antes del color el perfume otea el horizonte del silencio inventa la magia de dioses errantes en la límpida quietud del aire». Felicitaciones.
Muchas gracias Rocio, Saludos desde el Mar Menor de España.
Preciosa poesía, felicitaciones amigo: por su hermoso recorrido entre este espacio terrenal entre la admosfera y la belleza que nos toca el alma a través de nuestra sentidos.
Muchas gracias Amansia por hacerte eco de estos versos, celebrando además que hayan sido de tu agrado. Un abrazo
Precioso! Puedo llegar a visualizar los horizontes que tu describes y sentir las emociones que transmites.
Muchas gracias Leonor por esa «natural» complicidad con la que las emociones se entremezclan. Un abrazo fuerte desde este Mar que tan bien conoces.